Intensa-Mente
Y finalmente volví al cine luego de varios meses alejado de esos recintos, escogí la película Intensa-Mente de Pixar que se encuentra ahora mismo en cartelera. No fue sólo la abundante publicidad que tiene esta película la que me hizo interesarme en verla, sino también la recomendación de Oscar M., mi amigo del coaching quien la describió como excelente para entender como funcionan las emociones, y que además le arrancó algunas lágrimas al final de la función.
No he visto muchas películas de Pixar, y desde que fue adquirida por Disney, decidí borrarla de mi radar cinematográfico haciendo gala de mis prejuicios por el mundo de felicidad que nos vende la empresa del Ratón Mickey, pero bueno, a esta fui, e incluso hice una cola de casi 15 minutos pues me llevé con la sorpresa de que contaba con mucha acogida entre los pobladores de mi querida "Lima La Gris".
Intensa-Mente, me gustó y no me gustó. Quiero decir, tuvo partes que disfruté y partes que odié, empezaré por las primeras. El asunto de las emociones y como influyen en nosotros es un tema que me interesa desde hace algunos meses, la forma en que la película explica el funcionamiento de la mente, con el procesamiento de las experiencias vividas y como las emociones toman el control para determinar nuestras reacciones frente a determinados estímulos realmente me gustó, fue una simplificación del funcionamiento del cerebro que es muy ilustrativa para entender algunos conceptos que explica la neurociencia. La personificación de las emociones, y la importancia de cada una de ellas dentro de nuestras personalidades es, desde mi punto de vista, el mensaje más importante de la película. Como la tristeza inicialmente rechazada, ocupa al final un lugar prominente como catalizador de muchos de los recuerdos que nos acompañarán a lo largo de nuestras vidas. Intensa-Mente me recordó, con algunas de sus escenas, pasajes de mi niñez y me identifiqué con Riley y sus sentimientos.
Lamentablemente no todo fue bueno, y tengo que afirmar que el argumento de la película me ha parecido soso y predecible. El estereotipo inicial de cada una de las emociones, la forma en que Alegría rechazaba a Tristeza, y que ambas se pierdan juntas en la mente de Riley ya dejaba claro cuál sería el final de la película. Gusto mucho de las películas que me sorprenden, que me mantienen atento a la trama sin tener idea de lo que pueda pasar en el desarrollo de la misma, esto que aprecio en las películas es todo lo que no tiene Intensa-Mente. Entiendo que es una película para público principalmente infantil, pero no puedo dejar de expresar el tedio que me hizo sentir la trama. Adicionalmente, al final mi prejuicio con Disney se volvió a confirmar pues Riley, su familia, sus emociones, el perro, el gato y todos los que aparecen ahí terminan viviendo felices y comiendo perdices como debe ser en el mundo mágico del Ratón Mickey.
"No puedes enfocarte en lo que está saliendo mal, siempre hay una forma de dar vuelta a las cosas."
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